sábado, 16 de diciembre de 2017

Desafío de los 30 días, día 16



16.- Un juego que te compraste con unas expectativas, y te defraudó muchísimo.

Inicialmente había escrito una entrada bastante más dura (y jocosa) que esta, pero creo que escribir públicamente en internet, supone a veces un ejercicio de responsabilidad y respeto, no sólo con las personas a las que le gusta el juego que tú criticas, sino también con sus autores. El juego del que hoy voy a hablaros es Taura, Lands of Alchemy.

 Taura venía con la premisa de que en su sistema de combate había colaborado la Asociación Española de Esgrima Antigua, con lo cual, era fácil que yo identificara al manual con otros de corte realista en lo que al combate se refiere, como por ejemplo The Riddle of Steel, o los más recientes Band of Bastards y Song of Swords.

De igual modo se presentaba como un juego de rol de fantasía oscura renacentista. Otra cosa que me hacía asimilarlo remotamente a un primo español de Warhammer. Y claro, la combinación de ambos detalles se me aparecía como una suerte de cocktail perfecto. Eso y el hecho de haber recibido una mención especial en la Rolesfera, hacían que yo ya me viera dirigiendo a algo que a la postre fijo que se convertiría en un nuevo clásico de factura patria.

Song of Swords combina una ambientación medieval con toques de Lovecraft, con un sistema de combate táctico brutal, que seguramente hará las delicias de los teóricos de las armas antiguas. 


 El juego también poseía un sistema de experiencia que recompensaba a los personajes a modo de Logros de un videojuego y su sistema de magia prometía muchísimo, ¿qué puñetas podía salir mal?

Evidentemente todo. El desencanto fue de aúpa. Su ambientación, con un nombre muy parecido a una conocida marca de cereales, no tenía ni pies ni cabeza, el sistema de combate distaba muchísimo de ser tan complejo y completo como los de mis juegos de referencia y el propio manual estaba redactado en un tono que me resultaba propio de Sánchez Dragó.

 Alatriste meets Seguros Ocaso


Creo que sólo hay una cosa peor a tener un juego en la estantería y no jugarlo nunca y es, que ni siquiera se te apetezca cogerlo para leer pasar un buen rato.

La maquetación y las ilustraciones tampoco me animaban a ello. Eran sobrias, como la de esas viejas enciclopedias para niños de los 60, pero sin el encanto de aquella época. Este es un juego que a día de hoy me gustaría vender, pero sabiendo que hace tiempo había una oferta en la que se ofertaba a menos de tres euros, no tengo muy claro que me compense más allá del hecho de ganar un poco de espacio en casa.

También podría donarlo a alguna asociación, pero entre que no recuerdo dónde lo tengo guardado y que tampoco me parece ético donar algo que yo mismo no querría ni regalado, pues en algún sitio seguirá cogiendo polvo a la espera de un destino mejor.

No sé qué leches pasa de vez en cuando, que a la comunidad se le va la olla con algún título en particular, lo pone por las nubes en plan wonderfuloso y al final la realidad termina colocando las cosas en su sitio.

Y eso fue todo por hoy. Para ver los grandes desastres roleros del resto de participantes, pincha para acceder al listado por aquí.

Mañana mismo, ¡más cosas!

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pues le dieron mucho bombo en su día y ahora hasta resulta complicadillo encontrar cosas sobre él en la red. Pero vamos, tampoco te has perdido gran cosa.

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