domingo, 3 de noviembre de 2013

El desafío de los 30 días, día 3.

Mi juego más odiado

Un día cualquiera, te levantas de la cama, vas a desayunar y descubres que quizás, ese aberrante invento vienés que es el croissant se te apetece. ¡Puede que incluso con mermelada y mantequilla!, ¡qué blasfemo!. Pues esta pregunta de ¿cual es mi juego más odiado?, es muy interesante en ese sentido, porque a lo largo de los años, a veces descubres matices y cosas en juegos que antes no habías sido capaz de apreciar y te terminan gustando. Por ejemplo, durante años Aquelarre me ha causado una profunda adversion y hoy en día es de mis juegos favoritos. Sin embargo, hay veces que algunas ideas que se mantienen constantes y otras, en las que aquello que antes te gustaba deja de llamarte la atención. A día de hoy hay un puñado de juegos que admito no tener tripas de probar y otros a los que gustándome en su momento, ya no quisiera volver a tocar. Savage Worlds, por mencionar alguno, posee una retórica me resulta tan aburrida que me veo incapacitado para pasar de la tercera página sin sufrir muchos puntos de locura, o FATE, sistema al que le he cogido auténtica tirria perrofláutica.

La última versión de Aquelarre es de lo mejor que he visto en rol con permiso de mi querido Warhammer, aunque si os soy sincero, ne veo incapaz de dirigir partidas más largas que una o dos sesiones.


Luego, te encuentras con juegos cuya opinión negativa sobre ellos no sólo se ha ido manteniendo a lo largo del tiempo, sino que además se ha visto confirmada y agravada en reiteradas ocasiones. Quizás en ese apartado, el caso que se me viene a la cabeza sea la Leyenda de los Cinco Anillos.

Y que mis lectores me perdonen si no les gusta lo que digo, pero intentar americanizar la cultura oriental, en una suerte de pastiche carente de la sutileza necesaria para acercarse mínimamente a la tradiciones chinas o japonesas, es de lo más aberrante que he visto en años respecto a trasfondos. ¡Es como comer sushi caducado de Carrefour!. Esa estrechez de miras y esa forma de plasmar las ideas me parece tan insultante a la inteligencia del jugador como el sistema de guardar y tirar que utiliza, claramente lastrado por unas estadísticas que no funcionan bien ni a escopetazos.

¡Nooo, habéis matado al Chino Cudeiro!

Esto es como cuando ves Indiana Jones y el Arca Perdida y te encuentras con nazis en el Egipto de 1936. Estoy de acuerdo con algunas licencias literarias al servicio de una historia, cuando ésta es más o menos decente. El problema es que cuando el argumento es malo, como ocurre con la Leyenda, dichas licencias (llámense diarrea mental en este caso), son como clavos en un ataúd más que justo y merecido.

Ese es, junto Vampiro (el juego dónde lo raro es encontrar gente normal caminando por la calle), uno de los juegos que menos me han gustado a lo largo de mi trayectoria rolera. Luego hay otros, como por ejemplo Warhammer tercera edición, que sin llegar a ese nivel de puras arcadas, me resultan más aburridos que una novela de Sánchez Dragó, porque abusan de las tablas, tablas de efectos, maniobras y demás historias que hacen de su lectura un batiburrillo tan interesante como la biblia o la guía telefónica.

Quien sabe, lo mismo dentro de diez, quince años, resulta que descubro las bondades de alguno de estos que menciono más arriba y cambio de opinión, pero viendo la trayectoria que llevo respecto a la Leyenda o a Vampiro, creo que conmigo sus autores iban a pasar mucha hambre.

4 comentarios:

  1. ¡Noooo, leyenda noooooo!
    Pero lo cierto es que tienes razón. No se si has visto mi blog pero L5R figura entre mis juegos favoritos, pero es indiscutible que su sistema de castas, la sociedad e historia estan simplificadas de una forma que resulta inconsistente en sí misma. No puedo decirle nada a nadie que le disgusta el juego por eso porque... es un hecho.
    Para mi eso son los "detalles" que menos me preocupan. El sistema por otro lado me gusta mucho, no es realista, tiene sus cosas, pero como todos, claro.

    Esta siendo muy divertido leer esta entrada, por cierto, más que la del juego favorito. Te obliga a enfrentarte a opiniones muy contrarias a las propias y es bastante enriquecedor (me gustan menos las respuestas buenistas, pero son sus costumbres y hay que respetarlas :P).

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    1. Si, es cierto. Esta última pregunta ha sido de lo más interesante precisamente por eso: Te encuentras con gente a quien por ejemplo, le gusta el juego que tú detestas, incluso por las mismas razones por las que a tí no te hace gracia.

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  2. Siempre que puedo me refiero a Rokugan como "Japon de Parque Tematico"

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