martes, 4 de diciembre de 2012

Braverly Default: Flying Fairy


Braverly Default: Flying Fairy es el directo y digno sucesor de Final Fantasy: The Four Heroes of the Light, un spin-off de la saga que ahora cobra una forma incluso mejor que la serie principal bajo este nuevo nombre y una más que necesária vuelta a sus orígenes, de los que nunca debió salir, a juzgar por el resultado final de un producto tan redondo, como pasa presentároslo en mi entrada número 100 de la Torre de Ébano.

No sñe quien es el responsable artístico del juego, pero desde luego que el resultado no puede ser mejor, ¡abajo los experimentos andróginos raros!

Tiz Oria es el protagonista de la historia principal de esta aventura, un joven con apenas 16 años de edad, que sobrevive milagrosamente a la gran calamidad que provoca un gigantesco cráter en la región de Gardisra. Incapáz de salvar a su hermano del desastre, nuestro héroe cumple sobradamente con los estereotipos de Final Fantasy, pues sólo y atormentado, partirá hacia su destino como Héroe de la Luz junto a Agnes Obligue, en su andadura para liberar al Cristal del Viento de la oscuridad que lo ha engullido.

No, no es Tifa, aunque rebosa carisma como si lo fuera


Como su principal enemigo el Concilio de los Seis y el Duque de Eternia, con su obsesivo movimiento anti-cristalista...Podría contaros más cosas y no diría prácticamente nada. Es como cuando estás jugando la parte final de cualquier otro de esos juegos que duran más de 100 horas y te preguntan de repente, "¿de qué se trata"?...¿Cómo resumir algo así?

El sistema de juego, como debe ser, posee 24 profesiones con sus propias habilidades y niveles, (cercanamente similar a Final Fantasy V) y un tipo de combate por turnos, y "límites", ahora llamados Deathblow, de los que puedes configurar a tu gusto su nombre, los diálogos cuando los usas y los posibles efectos secundários que pueden llegar a causar.

 Visto el éxito que ha tenido en japón y el 38/40 de Famitsu, está claro que este es el camino a seguir.


9 armas con 3 niveles cada una para un total de 27 Deathblows distintos terminan de rematar este conjunto de opciones más clásicas, y también mucho más interesantes en mi opinión que las chorradas "tableriles" o los estravagantes combates de las últimas entregas.

Como no podía ser de otra manera, Braverly Deafaut también posee un minijuego basado en la reconstrucción de la aldea del prota. No, no es el juego de las cartitas, pero seguro que engancha igual.

Existe una edición de coleccionista sólo disponible en la tienda de Square japonesa que a buen seguro que en unos años veremos alcanzar cifras de vértigo en ebay
 

En fín, invocaciones, ¡muñecos cabezones! y un guión de lujo con sus correspondientes e impresionantes secuencias de vídeo para 3DS confirman algo que creía imposible: Cuando Square-Enix quiere, todavía puede ofrecernos cosas con la calidad de los viejos tiempos. Esperemos verlo pronto traducido al castellano.




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