jueves, 19 de octubre de 2017

Dragon´s Lair



Eres Dirk, un intrépido caballero, aunque un tanto poco torpe, que acaba de acometer la osadía de rescatar a una bella princesa de las garras del malvado Singe, la sierpe que ha confinado a la princesa en el castillo del mago Mordroc. 

Abriéndote camino a través de la fortaleza del hechicero, cuyas estancias se hayan encantadas de siniestros embrujos, monstruos y traicioneras celadas, deberás alcanzar las cavernas bajo el bastión, dónde tu amada suspira por tus abrazos.

Tu odisea contra las oscuras fuerzas que se oponen a tus esfuerzos acaba de comenzar. 

¿Serás capaz de alcanzar la Guarida del Dragón? ¡Sigue adelante, caballero!, ¡La aventura te espera!


Corría 1983, un año aciago para la historia de los videojuegos en Estados Unidos, puesto que el crack de la industria terminaría finiquitando a la todopoderosa Atari (536 millones en pérdidas), mientras que en Europa y Japón pudimos salvarnos gracias a que nos sustentábamos sobre todo, a base de producción propia.

De hecho, en 1984 comenzaba la Era de Oro del Videojuego Español, y no todo el mundo sabe que por aquellos tiempos llegamos a ser una de las principales potencias del sector. Y luego, en 1985 hizo su aparición la NES...Pero, volvamos a centrarnos por un rato en 1983.

Rick Dyer, un genio visionario con nombre de Blade Runner, sorprendió en aquellos momentos con la primera entrega de una legendaria trilogía que supuso un hito muy particular en el mundo de las recreativas, puesto que a diferencias de otras máquinas, Dragon´s Lair no hacía uso de una placa tal cual, sino que en su lugar, en el interior del mueble podíamos encontrar una tecnología que comenzaba a dar sus primeros pasos y que respondía al nombre de LD (Laserdisc).

¡Pammm! La inspiración de Rick Dyer para Dragon´s Lair la encontró en Colossal Cave Adventure, paradójicamente una aventura conversacional que en sus primeras versiones no poseía gráficos. Sólo texto. 

Recuerdo haber visto esta máquina en el aeropuerto de Gatwick a mediado de los ochenta y luego, por desgracia, no la volví a tocar más. Hubo que esperar prácticamente una década, hasta 1994, para que apareciese en PC por cortesía del CD Rom, y no es que pidiese precisamente pocos requisitos.

Hoy en día hay mucho crítico obtuso, que apenas sabe valorar la revolución de esta película de animación interactiva, donde se confiaba el destino de Dirk a nuestros reflejos y nuestra capacidad para recordar las diferentes secuencias.

En ocasiones las mil y una muertes de Dirk ocurrían de la forma más arbitraria e injusta posibles. Sin embargo, casi todas estaban narradas con un sentido del humor bastante socarrón.

Esos mismos críticos son los que hoy dicen que es un juego aburrido. Que ya no interesa. Los mismos que luego aplauden las NUEVE horas de vídeo de Metal Gear 4, no son capaces que observar la obra de Bluth, sin tener ni tan siquiera presente que en 1983 la tecnología doméstica más incipiente era ese Spectrum, capaz de mostrar en pantalla hasta quince colores (siete por dos niveles de brillo, más el negro).

No saben o simplemente son unos ignorantes.

El Rey Lagarto no sólo salía en los títulos de crédito al inicio, sino que evitar que nos atizara en el coco con su magno cetro era una de las partes más complicadas del juego. ¡Y todo eso sin nuestra espada!

Otros, en cambio por exceso, quieren atribuir al Dragon´s Lair el mérito del ser el padre de los Quick Time Events, cuando tampoco es cierto. De hecho, el invento de los QTE seguramente corresponda The Driver, en 1970, con su curioso mueble de películas pregrabadas en 16mm. De hecho, el propio Dragon´s Lair estuvo inspirado en Astron Belt, de la siempre sorprendente Sega, un matamarcianos que hacía uso del Laserdisc para los fondos y los enemigos que aparecían en pantalla.

Pero al César lo que es del César. Este juego fue animado por Don Bluth, ex animador de Disney y creador de películas como Fievel y el Nuevo Mundo Anastasia, y contó con un presupuesto de gran superproducción, de un millón de dólares.

Como no había suficiente pasta para contratar a modelos, los animadores se inspiraron en la revista Playboy para dibujar a la princesa Daphne y su voz fue la de Vera Lanpher, la jefa del Departamento de la Limpieza.

En Dragon´s Lair se emplearon trece animadores del estudio de Bluth, veinticuatro fotogramas por segundo, cincuenta mil dibujos animados e incluso el pelo y las pestañas de la princesa se entintaron uno a uno en cada uno de esos fotogramas.

Para cada segundo de animación se necesitaron cuatro días de trabajo, y el proceso completo terminó prolongándose unos siete meses.

Los Giddy Goons eran uno de mis enemigos favoritos del juego y además, protagonizaban una de las escenas descartadas del mismo junto con tras muchas como la de los vampiros, que todavía pueden encontrarse en youtube.

Y el éxito fue inmediato. Se calcula que durante el mes de lanzamiento se jugaron cuarenta y cinco millones de partidas y se contabilizaron treinta y dos millones de beneficios.

Naturalmente, con tanto traqueteo, el lector Pioneer (el LD-V1000 o el PR-7820), que iba armado en la recreativa, comenzó a dar problemas. Hay que tener en cuenta que el lector de LD estaba fundamentalmente pensado par reproducir películas, de manera que el láser pudiera moverse progresivamente por cada sección del disco de modo lineal. Sin embargo, Dragon´s Lair exigía el salto entre diferentes secuencias de animación en tan sólo segundos, lo que se tradujo en no pocos fallos en la recreativa.

Si crees que la psicodélica trampa de las bolas pinta chunga, espera a que haga acto de presencia la bola negra y el suelo comience a derrumbarse. ¡Siempre he querido meter algo así en alguna partida de rol!

De hecho, hoy en día encontrar el juego intacto con su lector original resulta en una cara pieza de coleccionismo nostálgico. Sin embargo, ello no desmerece un esfuerzo técnico que aún hoy es digno de admiración, y que abrió camino a genialidades como Heavy Rain, que ahonda en el mismo estilo de Dragon´s Lair hasta límites interactivos que en aquellos tiempos no nos hubiéramos atrevido a soñar.

El juego, todo sea dicho, no tenía mucho misterio. En lugar de controlar a un conjunto de sprites, lo único que controlaba el jugador eran sus propios reflejos en diferentes secuencias de vídeo en las que debíamos pulsar el botón correcto, lo que desembocaba en que Dirk tomase la opción adecuada o por el contrario la palmase en plan tragicomedia.

 Y aquí si tengo que dar algo de razón a los críticos en que la jugabilidad no ha envejecido todo lo bien que cabría esperar, porque en aquellos tiempos ésta quedó claramente supeditada al hecho de ofrecer unos gráficos brutales. Algo nunca visto, que a día de hoy bien es verdad que no sorprende tanto como en aquel entonces.

Pero bueno, es más o menos el mismo caso que los últimos Final Fantasy, sin el añadido de haber tenido que prostituir el legado de una saga exitosa.

Posteriormente, a Dragon´s Lair le siguieron, una segunda parte y el no menos emblemático Space Ace; además de una eventual película de animación que se planteó no hace mucho en Kickstarter y que esperemos que sea estrenada pronto porque...

 ¿Realmente merece la pena un mundo sin una peli de Dragon´s Lair?

2 comentarios:

  1. Lo que sí hubo en su momento fue una serie de TV. Aquí se emitió como La Guarida del Dragon.

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    1. Si, lo sé. Pero sólo estaba basada en la idea del videojuego y no intervino el estudio de Don Bluth. Es una lástima, porque hubiera sudo un punto mantener la misma calidad de la animación del videojuego...E imagino que algo muy caro.

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