Mientras matamos el tiempo a la espera de que termine con el bestiario de Héroes y comience, de otra parte, con el módulo que tengo pensado, y del que ya os contaré de que va en otro momento, pensaba dedicarle esta entrada a la Saga de Bard´s Tale, con su particular mitología escocesa y su peculiar sentido del humor británico.
Pero como veo que en la red se ha escrito quizás, demasiado sobre ese tema, y como considero que pocos de los presentes desconocen acerca de esos videojuegos, hoy recordé otra de mis viejas glorias del pasado, de una época muy muy lejana en la cual aún Electronics Arts hacía juegos de calidad más allá del truño-mercado contaminado por Sims, los Fifas, y otras porquerías diversas de cuyo nombre no quiero acordarme.
El juego que hoy nos ocupa y del cual he sacado mil y una ideas para mis partidas a D&D es The Inmortal, para pc, nes y otras plataformas que no vienen al caso.
No os preocupéis por la cara de loco del prota, en cuanto os maten diez veces en el mismo punto os garantizo que se os quedará la misma. |
The Inmortal es un dungeon crawl de toda la vida pero bien llevado: Sabe sobradamente mantener el interés en todo momento y no como otros juegos más actuales como Skyrim, cuyas repetitivas misiones y monstruos han sido capaces, en mi entender, de tirar por tierra todo el excelente trabajo gráfico y de ambientación de Bethesda.
La primera estancia que visitamos en el juego ya albergaba una peligrosísima trampa asesina en la versión de Megadrive aguardando a que la cagáramos |
Y es que ahí está la receta de todo buen juego/ partida de dungeons: Exploración, Acertijos y por encima de todo, saber mantener la curiosidad sobre "el qué vendrá después".
Recuerdo que aquel pequeño jueguito poseía niveles extraordináriamente originales y bien diseñados, que nos permitían vivir experiencias aterradoras, mientras nos perseguían bestias acuáticas remando a toda pastilla lomo de un barril al más puro estilo del Hobbit o nos encontrabamos en oscuros cubiles entrampados por diabólicas arañas.
Todo ello estaba además, narrado en una peculiar perspectiva isométrica aún emergente y especialmente resultona en aquella etapa de los años 90, (cinco o seis años antes de que apareciera Diablo).
Ulindor era, en principio, uno de los siervos de nuestro maestro enviado para advertirnos de los peligros que nos aguardaban |
El argumento, como siempre, servía de mero pretéxto para ir descendiendo nivel tras nivel, haciéndonos más poderosos y superando aplastantes dificultades como no volvería a disfrutar hasta años después, con la llegada del no menos magnífico Demon´s Souls. De hecho, el grado de violencia gráfica innecesária a modo de críticos y diferentes estilos de muertes directas como si de de librojuego se tratase, era brutalmente divertido. ¿Qué le vamos a hacer?, la casquería y el gore dentro de los juegos de rol siempre ha sido algo que me ha atraído de sobremanera.
Para que luego digan que el formato físico y las cajas no son importantes |
En esta ocasión, la historia giraba alrededor de un joven mago (apenas unos cientos de años) que recibía una llamada de socorro de su querido mentor, Mordamir, encerrado contra su voluntad en las profundidades del laberinto de Erinoch, una mítica ciudad en ruinas, de la cual se decía que antaño, había albergado la fuente de la eterna juventud.
Aunque bueno, una vez allí, pronto descubríamos que las cosas no son exactamente como Mordamir nos las había presentado, y poco a poco se nos irán revelando interesantes giros argumentales que nos conducirán hasta un inesperado desenlace con dragones y viejas venganzas de por medio...Algo que por supuesto, os recomiendo que disfrutéis por vosotros mismos ^ ^.
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