sábado, 2 de diciembre de 2017

Desafío de los 30 días, día 2



2.- ¿Qué opinas de los juegos indies?, ¿cuales tienes y a cuales juegas?

Esta pregunta tenía mucho más sentido cuando la formulé por primera vez en 2014. Por aquel entonces la palabra Indie se asociaba principalmente con FATE, un juego al que le tuve cierta estima en un primer momento y que después rechacé como si fuera veneno. No, no os engañéis, huele a canela, pero es veneno, ¡veneno!

Hoy en día, afortunadamente, la respuesta es mucho menos unidireccional. Indies los hay, para todos los gustos y de hecho, uno de mis favoritos es Dungeon World, que es Indie, pero también clásico.

Eso encauza con mi opinión sobre este tipo de juegos, que a fin de cuentas se resume en que encuentro mucho más confortables aquellos indies que tocan temas que me resultan familiares, como por ejemplo The Black Hack o el mencionado Dungeon World, que otros intentos más innovadores como Fiasco, que es un juego que me parece muy curioso, pero que no tocaría ni con el wifi.

Mythender ganó el premio en 2012 de Indie RPG Award al mejor reglamento gratuito, y es un juego en el que héroes sobrehumanos luchan contra el caprichoso panteón de los dioses nórdicos. Posee un humor bastante simpático.


En cualquier caso la escena indie DEBE existir y son un añadido imprescindible al panorama rolero actual.  Juegos como Agon , Ghost Lines o Lady Blackbird son como pequeñas obras maestras que, con independencia de que los juegues o no, te hacen contemplar al rol desde cierta perspectiva y sobre todo, (y lo más importante),  te hacen aprender cosas que puedes después aplicar, con indiferencia respecto a lo que te guste jugar.

De igual modo, el tema de los Indies guarda una estrecha relación con la OSR, las autopublicaciones y el hecho de que los propios jugadores sean los que marquen de su puño y letra, lo que les interesa ver en el mercado y lo que no. Los indies nos han empoderado frente a la dictadura de las editoriales y eso es algo que les debemos agradecer.

¿Sabéis que hice una versión del videojuego de Fable para Guerrero, Pícaro y Mago? Nunca la completé pero estuvo rondando por las entradas de este blog durante los primeros tiempos del mismo.


 Sobre qué juegos tengo y a cuales juego, ahora mismo a lo único que juego y pretendo jugar es a ACKS, pero indies tengo unos cuantos en la estantería incluyendo varias versiones de FATE, Eclipse Phase y una miríada de pequeñas publicaciones como Lady Blackbird (que ayudé a traducir), Risus o La Sombra del Ayer, que es un juego de fantasía con un trasfondo de espada y brujería postapocalíptica ENORME, y cuya traducción pasó prácticamente desapercibida.

Lo último que he comprado en ese apartado concreto fue CAMELOT Trigger, de la linea de Fate, de Nosolorol. Lo compré porque me apasionaba el tema de los mechas y al mismo tiempo me gusta también el Ciclo Artúrico. Sin embargo, encontré en él una lectura bastante descafeinada, un hack muy de andar por casa, correctamente maquetado y poco más. Eso fue antes de que supiera de la polémica de Nosolorol que me ha obligado a dejar de comprarles por una cuestión puramente ética, de manera que aquel día no estuve muy acertado por partida doble.

Y eso es todo lo que tengo que decir sobre este asunto. si os ha gustado y queréis ver el resto de las respuestas de los demás participantes, entrad aquí y echad un vistazo. Si además de todo esto quieres compartir tus propias entradas en G+, actualmente estoy utilizando el hashtag #30días para que resulte más fácil agruparlas.

Mañana mismo, ¡más cosas!

2 comentarios:

  1. Coincido en que los juegos indies son muy útiles para la escena rolera. Porque se atreven a explorar reglas y modos de jugar que a los juegos más tradicionales les cuesta hacer. Y luego esas innovaciones se pueden terminar incorporando al acervo cultural rolero.

    Es muy cierto que indie y OSR son ambos movimientos innovadores que buscan jugar de un modo que no es el más habitual en estos momentos. La OSR es más de volver a los orígenes y lo indie de encontrar modos nuevos de jugar. Pero ambos tienen en común que se enfrentan a una idea "mainstream" del juego de rol.

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    1. A mí me ha venido de perlas lo de la OSR. Ten en cuenta que yo deje de jugar con AD&D y luego vino esa larga etapa de Mundo de Tinieblas + Magic, que “vampirizó” todo lo que me gustaba del rol y me hizo perder el interés.

      Después volví a jugar ya con D&D 3.5 en tiempos de la facultad y poco después vino la cuarta edición, que fue el desencadenante de toda la historia retro.

      Entonces, es como revivir una segunda juventud rolera, con el añadido de que el grupo que tengo ahora es de jugadores que empezaron con El D&D de Dalmau y nunca se han molestado en ir mucho más allá.

      Así que juego muy poco, pero lo poco que dirijo es como estar de nuevo de vuelta casa.

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