martes, 5 de noviembre de 2013

El desafío de los 30 días, día 11

Mi personaje favorito de entre los que he interpretado

Considero que existen pocas fichas de aventurero a las que les haya podido coger cariño de entre las que he usado en mis partidas. Bien porque apenas he tenido la posibilidad de ser jugador en lugar de master y también, porque tampoco es que yo sea precisamente un Marlon Brando de la interpretación. Sin embargo, por alguna razón que se me escapa, casi siempre termino llevando personajes excesivamente extravagantes y disparatados, como por ejemplo un Malkavian que se creía la ficha amarilla del parchís y que desangraba a sus víctimas persiguiéndolas pasito a pasito, contando hasta veinte.

También recuerdo a Cässim Hilver, mi joven carbonero tullido de dieciésis años y muy mala leche. Quise hacerlo especialmente odioso y pienso que logré conseguir un buen trabajo en ese sentido. Todavía me lo recuerdan mucho mis compañeros de partida, (¡y algunos incluso de oídas!), así que pienso no debí hacerlo tan mal si al final les quedó en la memoria. ¡Aunque fuese por meras ansias de venganza!

La foto de Cässim, después de liarla más de la cuenta.


Jugando con otro grupo de amigos, guardo muy buen recuerdo de la "encantadora" Patricia Slashkey, una barda semielfa para D&D 3.5.

He de admitir que escogí esa opción simplemente porque me permitía la posibilidad de cantar y doy fe que canté cual folclórica en Cine de Barrio. Incluso compuse un par de odas a la muerte del hombre lagarto (que se desplomó por un barranco) y que nos acompañó como camarada...Apenas media sesión de juego. De este personaje, guardaba su trasfondo hasta hace unos año, en hojas muy amarilleadas e ilustrada con dibujos de sus mejores momentos. Es una lástima no saber dónde las guardé, aunque sólo fuera para subíroslas por aquí y echarnos unas risas.

El bardo, mi clase favorita de D&D con absoluta diferencia.

Otro personaje que me gustó en su momento, pese a pertenecer a la Leyenda de los Cinco Anillos,  era un samurái del clan escorpión, borrachín, mujeriego y con el fantasma de un familiar suyo a la espalda, reprendiéndole a cada momento por todas sus malas acciones.

 Creo que esos son los más importantes...Quizás me esté dejando alguno en el tintero, pero entre pregunta y pregunta, fijo que lo vuelvo a recordar y os lo comento más adelante.

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