viernes, 29 de marzo de 2013


Willow & Games Workshop


 No es ningún secreto que Willow es una de mis películas favoritas del género fantástico, y que durante muchos años en los que desconocí la existencia de un juego de rol y las novelas, fantaseé con la posibilidad de ver esa misma historia plasmada sobre mi mesa de juego.

 El caso es que, si lo pensamos en profundidad, Willow y Games Workshop poseen más relación de lo que pudiera parecer a primera vista, aunque sea un poco rebuscada.



Me explico, a mediado de los ochenta, George Lucas estaba produciendo una nueva película de cine fantástico llamada "Willow", que iba a ser dirigida por Ron Howard. George Lucas había visto el trabajo de Chris Achilleos, que por aquel entonces estaba vinculado a Games Workshop, dado que era portadista de muchos de sus juegos principales. A George le había gustado la especial atención que el artista dedicaba a los trajes. Por ello, Chris fue contratado para diseñar los modelos y desarrollar el aspecto de los personajes principales de la historia.

Su trabajo y su relación con Ron Howard al final resultó ser todo un éxito. Willow fue lanzada a los cines en mayo de 1988 con un resultado dispar de crítica y público, a pesar de que finalmente recibiera dos nominaciones de la Academia y hoy en día sea considerada una obra de culto.

El resultado de esos bocetos para la película, son los que a veces me hacen pensar qué hubiera pasado si el tema del juego de rol, o un juego de estrategia, por decir algo, hubiera cristalizado con la compañía de Warhammer en lugar de con los chapuceros que lo versionearon para D&D.

¿Quizás hoy en día estaríamos hablando de un juego de culto también? No lo sé. Lo que sí tengo claro es que por las peculiaridades del guión de dicha película nunca supe bien por dónde meterle mano a la trama para elaborar una aventura completa.





No he querido mezclar los trabajos de Achilleos con los otros bocetos para la película que hiciera Moebius por respeto hacia ambos ilustradores, pero ambos son realmente increibles y totalmente recomendables de admirar por ver cómo el resultado final de la película fusiona aspectos de unos y otros diseños, o descarta detalles como la desaparecida secuencia del monstruo en la isla de Fin Raziel o la apariencia del Rey Kael y su trono.




Y bueno, ya no me enrrollo más sobre el tema que sé que estas batallitas os aburren. Como siempre suelo decir, el próximo día, ¡más cosillas! Espero que el señor Achilleos no se enfade conmigo por haber hecho uso de sus imágenes como método divulgativo de su trayectoria profesional...Hoy en día no sabe uno con qué cuidados ha de andarse por estos caminos en lo que merodea el malvado copyright.

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