6.- Como director, eres comprometido a la hora de...
No soy muy buen director, la verdad sea dicha. No se me da bien improvisar, cada día tengo menos imaginación y soy más bien perezoso escribiendo módulos. También soy vago leyendo según que reglas. A veces me olvido de algunos de los jugadores más calladitos y tampoco se me da muy bien tener constancia entre partida y partida. Mis descripciones apestan y están a años luz de ser evocadoras...Peero hay algo que sí hago bien. Lo único, creo.
Se me da bien elaborar partidas sueltas, ( eso cuando las preparo, claro). Para partidas en plan one shot, me gusta preparar, sobrepreparar y afinar todos los aspectos al milímetro. Después me conozco, y seguramente tiraré por tierra todo el trabajo por culpa de mis anteriores defectos (o me lo tirarán los jugadores con su socarronería), pero ahí si reconozco que "medio dirijo" algo.
Otra cosa que me pasa es que día juego menos; y al menos lo poco que juego cuando os reunimos, prefiero que no resulte una falta de respeto a mis jugadores y que la experiencia sea divertida a la par que satisfactoria. En eso si pongo muchísimo esfuerzo. Ese es mi compromiso.
Sin embargo, unas veces sale la cosa y otras veces no. De hecho, me da la sensación de que cuanto más preparo una partida menos magia parece terminar desprendiendo. Supongo que no sé dar con el punto de sal y el hecho de preparar demasiado una partida termina frustrándome incluso a mí mismo, porque me ahogo entre minucias y como narrador, me falta ese grado de detalle que algunos saben plasmar y que enriquece las escenas. Mis descripciones las encuentro frías, muy literales.
No sabía que habían escrito un libro en mi honor. |
Honestamente, no me hace especial gracia socializar y por definición, tampoco me gusta la gente. Me falta empatía con las personas, pero no hasta el punto de ofrecerles una mala trama para matar el rato. Eso sería poco honrado. Noto que todas estas cosas que comento me pesan a veces, a la hora de dirigir a un juego que va de sentarse alrededor de una mesa e ir narrando, a pesar de que sea con amigos míos a los que conozco desde hace muchos años.
Pero oye, podía ser peor. De hecho, va a ser mucho peor, porque en la siguiente pregunta veo que preguntan qué tal comprometido soy cuando hago de jugador. Y ya veréis qué risas.
PD. ¡También traigo patatas a la mesa de juego! ¡Pedazo de compromiso! :)
Esta entrada es la sexta dentro del ciclo del Desafío de los 30 días. Puedes seguir el resto de participantes y sus respuestas con sólo pinchar aquí.
Mañana mismo y si los balverinos no me devoran, ¡más cosas!
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