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sábado, 15 de noviembre de 2014

El Desafío de los 30 Días: ¡A toda vela, doblando el Cabo de Hornos!




 Describe una localización para un juego de rol que sea especial para ti, encontrándose esta localización en tus partidas o en las partidas en las que has participado como jugador. ¿Porqué recuerdas aquella cantina? ¿Qué os pasó en aquella barbacana? ¿Porqué os enganchó aquel templo?

Me gusta. Una pregunta desafiante, pero que invita a reflexionar. El dragón mecánico del museo de la trilogía de  “En Busca de los Dragones”, en Dragonlance. Un dungeon fabricado por gnomos para servir de modelo a los órganos internos de un dragón real.

Los aventureros debían introducirse por su boca para buscar a Abworth Kannard, el inventor perdido entre los engranajes. La idea derrochaba angustia y genialidad a partes iguales. He jugado muchas veces esa trilogía, siendo el primer volumen mi favorito y no entiendo lo poco conocida que ha llegado a ser.


Lo peor no es por dónde se entra...Sino por dónde se debe salir.


…Y ya que hablamos de Dragonlance, la Tumba del Gran Rey, en el continente perdido de Taladas, era otro de esos lugares mágicos en el que siempre que desarrollaba una partida a mi gusto, la cosa culminaba de forma muy satisfactoria. Viene a ser como mi dungeon talismán. De hecho, el continente de Taladas es una de esas ambientaciónes que me compré en su día y que no me hizo especial gracia y que luego, con el transcurso de los años he aprendido a ver con otros ojos.

Además la caja es aparentemente indestructible, igual que os comentara del manual de Warhammer segunda edición. Se ha pasado años dentro de un viejo armario húmedo y con mucho peso encima y no presenta ni el más mínimo desperfecto.

No, la mía no es esta. La mía parece estar hecha de adamantina.


 Pero si tengo que elegir algo que en su momento me impactó y que a mis distintos grupos de jugadores siempre ha sorprendido cada vez que nos poníamos con la campaña, lo dicho, me quedo con ese dragón mecánico. Adorable a la par que mortal. Sentir el temor de sus jugadores a quedar atrapados dentro de una aterradora bestia de metal es algo que amortizaba por sí sólo el resto del módulo. Puro Chaplin en Tiempos Modernos.

2 comentarios:

  1. Me gusta la localización que describes.

    Es una que siempre me ha llamado la atención, y que me ha dado paso a alguna que otra idea para utilizarla en mis propias campañas, pero por alguna razón nunca he jugado la original. De hecho, tengo pendiente dirigir la campaña de la Dragonlance desde que salió en castellano... quizá si me animo la pase a Trasgos y Mazmorras.

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    1. Me gustaba cómo estaba planteado el primer libro. Da muchas ideas sobre cómo fabricar tu propio sandbox, de hecho, fue mi maestro en ese sentido. La segunda aventura ya no me gustó tanto y la tercera...Bueno, está ahí. Pero la primera parte tenía muchas cosillas interesantes

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