El Desafío de los 30 Días: ¡Día 23!

Te compraste aquel juego ¿porqué…? 

Aquel juego es Buck Rogers de ediciones Zinco. Esa caja salió en el año 90 y pico y a día de hoy me llena de orgullo y satisfacción anunciar que todavía no he jugado ni una sola partida. Ni para probarlo, vaya. 

No la miréis a los ojos, ¡No la miréis a los ojos!

Era un juego raro cuya ambientación no le llamaba la atención a ninguno de mis colegas, salido además, en un momento en el cual jugar a D&D era nuestra máxima expresión rolera y encima mediante coacción a la editorial española. ¿Queréis saber por qué lo compré? La respuesta es tan majadera como que me dejé seducir por la portada.

Aquella portada azul en la estantería de mi librería habitual no paraba de decirme “cómprame, ¡cómprame!” como cuando Homer se compró una ambulancia. Lo siento, no pude evitarlo. De hecho, aún hoy no desearía desprenderme de él… ¡Y lo peor es que no sé qué justificación puedo encontrar a ese hecho!, salvo que su puñetera estética weird aún me mantiene bajo su extraño influjo.