Warhammer tercera edición (1987)

Muchas veces en el foro de Igarol se ha plantado la cuestión sobre cual es la edición del juego de batallas que se corresponde directamente con la primera edición del juego de rol, pues bien, hoy vamos a responder a esa pregunta con un minireportaje sobre uno de mis juegos de estrategia favoritos, si no el que más.

La portada definitiva, ¡hamijos!...¿Que no sabéis cual es?, ¡malditos!

La primera y segunda edición de Warhammer, Batallas Fantásticas poseían un fuerte componente rolero (además de esos hombres pez), del cual sus autores se desvincularon en su tercera entrega, que dicho sea de paso, autores de diversos blogs, junto conmigo, sostenemos que esta fue realmente la última edición de Warhammer propiamente dicha, antes de que la compañía cambiase su estrategia comercial y pasase de ser un juego a una mera estrategia de marketing.

Los dibujos del interior de este libro son los mejores que se han hecho nunca para Warhammer

Los motivos que me llevan a pensar de esta manera son muy diversos y no creo que sea necesarios exponerlos todos por aquí, pues nos llevaría a aumentar el grosor de este artículo innecesariamente, sin embargo, baste decir que este libro por primera vez presentaba un sistema de reglas COMPLETO, en el sentido de que tanto el trasfondo, como los ejércitos, la magia y demás aspectos del juego estaban todos allí, y no se requería de libros de ejércitos distintos ni demás historias sacacuarteras.

Enanos y humanos unidos en un mismo ejército contra el Caos más absoluto. Este tipo de cosas ya no es a lo que se tiende hoy en día

Sus reglas sobre maniobras y movimientos eran las más complejas jamás aparecidas en un libro de reglas de Warhammer, incluso a día de hoy, y en ese sentido, hasta Rick Priestly se expresaba en favor de un juego más accesible y fluído (tal y cómo apareciera en la cuarta edición), sin embargo, en favor de la complejidad, también he de decir, que esta era la edición más configurable de todas cuantas existen, y que sus suplementos (los dos libros de Reinos de Caos y el Fantasy Armies), poseían todo lo necesario para que jugáramos a Warhammer durante décadas sin necesidad de nada más...Pero claro, esto ya no compensaba en posteriores ediciones.

Más enanos a la derecha, ¿se nota quien es el favorito de papá?

Y en cuanto a configuración, la verdad, la cosa lucía como nunca con reglas para diferentes armas ¡y como no!, su peso, pues el equipo que llevaras influía directamente en tu caracerística de movimiento, haciendo que te lo pensaras dos veces a la hora de decantarte por esa impresionante armadura pesada; creación de personajes (si, de personajes), como parte integrante de la narrativa que se presuponía a las batallas, algo impensable hoy en día...Impensable a más no poder, sobre todo si miramos a la Tormenta de Caos como máxima expresión de lo que hoy entienden por "narración".

No estoy incluyendo ilustraciones en blanco y negro pese a que las mismas eran igualmente impresionantes y muchas de ellas aparecían repetidas en los diferentes suplementos del juego de rol

El libro incluía un bestiario de lo más completo que incluía estadísticas, no sólo para TODOS los ejércitos existentes, sino también para un montón de criaturas adicionales que además, aparecían con descripciones totalmente imprescindibles para conocer más sobre el trasfondo del propo juego; maniobras y rutinas tendentes a una credibilidad relativamente plausible, si eliminamos a los orcos o la magia de la ecuación, y ya que hablamos de magia...¡Que magia!. Aquello si que era pasar miedo cuando se lanzaba un conjuro (puede que en ambos bandos), y todo ello sin escuelas de hechizos tal y cómo se conocen hoy.

Una de mis favoritas del libro. Mención especial merecían las reglas para los conjuros de ilusionismo

En fín, un libro totalmente imprescindible, que todos los amantes de este juego deberían conocer sí o sí. Por no hablar de los otros que os comentaba antes (los del caos y el de los ejércitos), si no los tenéis de verdad que no sabéis lo que os estáis perdiendo. Si lo que queréis es mandar al carajo a la actual política de precios e incoherencias de Games Workshop y comenzar a jugar como los viejos tiempos al denominado estilo Oldhammer, obviando todo aquello que no os guste y sin necesidad de demasiadas reglas caseras este es el libro para comenzar a hacerlo. He dicho.